30 de agosto de 2011

no puedo olvidar...


No la quiero, es cierto, pero cuánto le quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otra. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no le quiero, es cierto, pero tal vez le quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta le tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberle perdido. Aunque éste sea el último dolor que el me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

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