7 de julio de 2010

.


Yo no escogí enamorarme de ti pero la primera vez que te besé, nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble. Y la hora exacta de ese beso eran las siete y diez y quité la pila del reloj para que se quedase la hora detenida para siempre, parada. El minuto exacto en el que me besaste esta metido en un reloj, para siempre y ya nunca sé que hora es pero me da igual.
¿Y sabes lo que me gustaría? Estar tumbada contigo sobre la hierba, mirando la luna esa naranja que hay algunas noches de verano y que empezara a nevar y sentir copos en la cara, y tu mano


Todo es el pasado losé, pero nunca se borra, donde hubo fuego,cenizas quedan

No hay comentarios:

Publicar un comentario